poema para mi amiga Maria

Maria si que te has puesto bella
no hay accesorio que te engalane mas
que el sentir tu mirada, que aun me quema
que el ver tus labios que aun dan ganas.
Escuchar tu voz y tu bella risa
fue escuchar la flor gritar por la abeja en su pistilo
recorriste sin piedad mi cuerpo con escalofríos
abriste puertas ya cerradas por el olvido.
Mirando tu rostro en un silencio sin sentido
veo de nuevo crecer la amistad
de dos viejas almas que se han unido
para ver el sol de dos vidas en su ocaso.
Vives ahora tu en tu vida y en mi vida
y con la distancia no puedo mas que prometerte
la incondicional causa de mi amistad por tu cuerpo ausente.


Espero que algún día el Soliloquio nos una en escenario bella amiga
Que Dios te Bendiga siempre.

José Antonio Omaña Lezama