Ese Perro Furibundo.
Ese perro furibundo, él que sólo el amo lo aplaca, él que sólo el amo lo aprecia, él que solo el amo lo condecora. El final del día solo dejara caer las noticias llenas del estiércol de tus ordenes que nos hará recordar que ahora tenemos nuevo titiritero, pagando hoy con las dadivas que no te pertenecen, chupando hoy la sangre que no mereces. Dos estrellas, tres estrellas y hasta cuatro estrellas recibirás por hueso perro furibundo por cada mordida que le des a la mano que te dio la vida. Pero el futuro siempre trama la venganza, tomando del pasado lo que tu has de olvidar, pero que en mi memoria yace como mis deseos de libertad. Pueblo que recorre las calles día a día, olvidando los problemas, olvidando las muertes, pendiente de tu amo, pendiente de ti perro furibundo que hoy te tiñes de verde olivo para confundirte con la esperanza que nos da un cerro y sus cultivos. Pasas en tus carros tirando mis huesos, volteando mi mirada al sol para no pensar en tu miseria perro furibundo, la miseria del día que te llegara cuando la mano alargado por el brazo te llegue cargada de pasado para aclarar tus cuentas inconclusas, para cerrarte las puertas de la historia todavía a medio escribir, de tu miseria en la ultima mirada de tu amo perdido en la nueva luz astral que nace hoy en los sueños de los verdaderos hombres, de tu miseria perro furibundo porque ni el oro en tus estrellas podrá dar palabras del honor y la dignidad que ellas se merecen. Eres hoy el veneno en la mano del amo, eres en la calle el perro furibundo que maltrata en nombre de un hueso, serás mañana el hombre sin nombre que pagara con el olvido, porque al hombre malo le llega su día, y tú lo miraras y no hablaras.
Ese perro furibundo, él que sólo el amo lo aplaca, él que sólo el amo lo aprecia, él que solo el amo lo condecora. El final del día solo dejara caer las noticias llenas del estiércol de tus ordenes que nos hará recordar que ahora tenemos nuevo titiritero, pagando hoy con las dadivas que no te pertenecen, chupando hoy la sangre que no mereces. Dos estrellas, tres estrellas y hasta cuatro estrellas recibirás por hueso perro furibundo por cada mordida que le des a la mano que te dio la vida. Pero el futuro siempre trama la venganza, tomando del pasado lo que tu has de olvidar, pero que en mi memoria yace como mis deseos de libertad. Pueblo que recorre las calles día a día, olvidando los problemas, olvidando las muertes, pendiente de tu amo, pendiente de ti perro furibundo que hoy te tiñes de verde olivo para confundirte con la esperanza que nos da un cerro y sus cultivos. Pasas en tus carros tirando mis huesos, volteando mi mirada al sol para no pensar en tu miseria perro furibundo, la miseria del día que te llegara cuando la mano alargado por el brazo te llegue cargada de pasado para aclarar tus cuentas inconclusas, para cerrarte las puertas de la historia todavía a medio escribir, de tu miseria en la ultima mirada de tu amo perdido en la nueva luz astral que nace hoy en los sueños de los verdaderos hombres, de tu miseria perro furibundo porque ni el oro en tus estrellas podrá dar palabras del honor y la dignidad que ellas se merecen. Eres hoy el veneno en la mano del amo, eres en la calle el perro furibundo que maltrata en nombre de un hueso, serás mañana el hombre sin nombre que pagara con el olvido, porque al hombre malo le llega su día, y tú lo miraras y no hablaras.
José Antonio O.L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario