El viejo quería caminar con una prisa que sus pies no entendían, la acera de una calle sin nombre, zapato de suela desgastada y ceñida a sus medias, rastrillando el cemento, sacudiendo el polvo, la acera de una calle sin nombre, que peina y pela, que huele y fallece.
Pies ágiles que buscan a la boca el pan, pies cansados que sueñan con patineta, pies flácidos que duelen con un canto, buscando olas mar adentro buscando olores primavera invierno.
Te construyo tu castillo caballo viejo, para que navegues en concha de caracol, cantando a luna con tu vaca mariposa, inundando el mar de las antillas de trompetas y tonadas, las más bellas musas de tu tierra Venezuela, en tus letras serán siempre encontradas.
¿Escuchaste? Le comente a mi madre abrazada, es la rondalla que le canta a Venezuela, la música de de ese viejo tan querido y amado, tan entendido y abusado, lucido en todas sus maneras y mas vivo que un simple llamado de “Te Quiero Tío”.
Ahora mira le repetí gozoso, las garzas bailan, galopan los potros, son tonadas, son acordes, es el cuatro y el arpa que andan a gatas, es la luz del día dibujando sonrisas en las estrellas de este llano que no duerme, porque resplandece de saber, que su dignidad en ti a vivido, que sus días por ti son conocidos.
Como darte las gracias Simón, a los hombres como tú se le envía mensajes con los pájaros que vuelan alto, con los peces que nadan profundo, con las miradas ensayadas que saludan desde el alma.
Tu más noble grandeza es estar aquí junto a tantos venezolanos, en esta lucha por las verdaderas Libertades.
Pies ágiles que buscan a la boca el pan, pies cansados que sueñan con patineta, pies flácidos que duelen con un canto, buscando olas mar adentro buscando olores primavera invierno.
Te construyo tu castillo caballo viejo, para que navegues en concha de caracol, cantando a luna con tu vaca mariposa, inundando el mar de las antillas de trompetas y tonadas, las más bellas musas de tu tierra Venezuela, en tus letras serán siempre encontradas.
¿Escuchaste? Le comente a mi madre abrazada, es la rondalla que le canta a Venezuela, la música de de ese viejo tan querido y amado, tan entendido y abusado, lucido en todas sus maneras y mas vivo que un simple llamado de “Te Quiero Tío”.
Ahora mira le repetí gozoso, las garzas bailan, galopan los potros, son tonadas, son acordes, es el cuatro y el arpa que andan a gatas, es la luz del día dibujando sonrisas en las estrellas de este llano que no duerme, porque resplandece de saber, que su dignidad en ti a vivido, que sus días por ti son conocidos.
Como darte las gracias Simón, a los hombres como tú se le envía mensajes con los pájaros que vuelan alto, con los peces que nadan profundo, con las miradas ensayadas que saludan desde el alma.
Tu más noble grandeza es estar aquí junto a tantos venezolanos, en esta lucha por las verdaderas Libertades.
Tío Simón. Que DIOS te Bendiga.
José Antonio Omaña Lezama.
José Antonio Omaña Lezama.